Comprarse una furgoneta de segunda mano es algo a lo que recurren muchos particulares y pymes cuando necesitan un vehículo de este tipo. Frente a la compra de furgonetas nuevas, el mercado de segunda mano ofrece excelentes opciones a precios más asequibles. Pero también encontramos furgonetas que han sido bastante utilizadas y que pueden no estar del todo bien.
Para evitar posibles sorpresas, es fundamental conocer algunos aspectos para comprar cualquier furgoneta de segunda mano con las mayores garantías posibles. Algunos de los consejos más importantes que debes tener en cuenta son los siguientes.
Cinco consejos básicos para comprar una furgoneta de segunda mano
1- Analiza tus necesidades
Lo primero que debes hacer es analizar qué tipo de furgoneta necesitas utilizar en tu día a día. Hay muchos tipos distintos de furgonetas en el mercado, en función del peso máximo del modelo, capacidad de almacenaje, tamaño o cualquier otro aspecto que sea considerable analizar. Una vez tengas claro qué tipo de furgoneta necesitas, puedes iniciar el proceso de búsqueda descartando aquellas opciones que no encajan en tus planes, y así emplear filtros para que te muestren solo los tipos de furgonetas que deseas.
2- Analizar el mercado
La mejor forma de encontrar la furgoneta más apropiada es analizando y comparando en el mercado. Aunque lo tentador pueda ser quedarse con la primera furgoneta que encaje más o menos con tus necesidades y rango de precios, lo recomendable es comparar varias opciones en función de su estado, kilometraje o antigüedad, para escoger aquella que te ofrezca una mejor relación calidad-precio. Busca sin prisas y tómate tu tiempo hasta encontrar la furgoneta que reúne los criterios que consideras más importantes.
3- Verla en persona
Aunque puedas encontrar furgonetas por internet de vendedores que parecen muy fiables, lo mejor es ver la furgoneta en persona para evitar que te la cuelen. Y es que pueden mostrarte muy buenas fotos que no representan la realidad de la furgoneta cuando la ves en persona. Fíjate en todos los detalles que puedas, escucha el motor cuando arranque, busca golpes en el exterior y agudiza el olfato por si hueles a pérdida de gasolina o aceite. En definitiva, fíjate en todo aquello que no se puede comprobar a través de una fotografía. Si, además, vas acompañado de tu mecánico de confianza, mucho mejor para verificar el estado de la furgoneta.
4- Prueba la furgoneta
Si además de verla en persona tienes la oportunidad de probarla, mucho mejor. De esta forma puedes comprobar el estado y funcionamiento de distintos elementos del vehículo, como la amortiguación, el embrague, las luces, el sistema de frenos o el estado de los neumáticos, entre otros elementos. Solo si pruebas la furgoneta por ti mismo, vas a ser capaz de detectar ciertos fallos que no se descubren de otra forma, y que el vendedor puede tratar de ocultar con el objetivo de vender la furgoneta lo antes posible.
5- Utilizar informes de la Dirección General de Tráfico (DGT)
Aunque confíes en la información que te ofrece el vendedor acerca de la furgoneta, siempre es recomendable solicitar un informe a la Dirección General de Tráfico (DGT) para conocer el estado real del vehículo y así asegurarnos de que el vendedor no oculta nada sobre el mismo. Este informe, de carácter público, ofrece información muy interesante como puede ser la fecha de caducidad de la ITV, el número de titulares que ha tenido la furgoneta, si tiene cargas que impidan la transmisión o cuál es la situación administrativa de la misma, entre otros datos técnicos de interés.
Como se puede apreciar, existen multitud de factores que debes tener en cuenta antes de comprar una furgoneta de segunda mano. Solo así podrás acertar con tu decisión y evitar sorpresas desagradables después de la compra.
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