El embrague de nuestros vehículos es una pieza que se desgasta con facilidad si no lo tratamos de forma correcta. Aquí te damos algunos consejos para cuidar el embrague de tu vehículo.
El embrague es la herramienta encargada de conectar mecánicamente el motor del coche con la caja de transmisión, es uno de los mecanismos más importantes de los coches manuales. Por esta razón, es imprescindible cuidar el embrague y tratarlo apropiadamente si no queremos encontrarnos con futuras averías, que suelen ser una de las reparaciones más caras.
La mayor parte de los conductores que creen usar bien los tres pedales del coche, pero la realidad demuestra que la mayoría de ellos no lo hacen de la forma adecuada. Aquí te dejamos una serie de consejor para que logres optimizar la conducción, puedas ahorrar combustible y mantengas un viaje más seguro:
– Lo primero que puede ayudar a cuidar el embrague de nuestro vehículo es algo tan obvio como un correcto funcionamiento del motor en general. Si tenemos en buenas condiciones el líquido de refrigeración y el lubricante mantendrán más baja la temperatura del motor y evitaremos así sobreesfuerzos inútiles y un desgaste prematuro al embrague.
– Otro error muy común lo cometemos cuando salimos de las rampas de nuestros garajes con el motor frío. En este caso, lo ideal es esperar un poco a que el motor adquiera su temperatura de funcionamiento y ascender en primera sin necesidad de ir embragando para mantener las revoluciones necesarias. De lo contrario, probablemente subamos la rampa con el motor frío y hagamos que patine el embrague.
– No apoyar el pié en el pedal de embrague mientras conducimos es otro de los errores más comunes. Esta mala costumbre provoca que el collarín de embrague de nuestro vehículo se vaya gastando con el tiempo. Es importante para cuidar el embrague que coloquemos el pié izquierdo en el reposapiés y así poder evitar futuras averías y una conducción más eficiente. Por muy leve que sea la presión sobre el pedal provoca que el embrague patine y acelere su desgaste.
– No frenar bajando marchas. Ahora viene la famosa pregunta: ¿es perjudicial para mi coche frenar reduciendo las marchas? Malo no es, pero no es recomendable hacerlo, puesto que tenemos unos mecanismos especializados para el frenado: “los frenos”. Además, si realizamos cambios de marcha bruscos (ejemplo: de cuarta a segunda) la amortización radial del disco se verá afectada negativamente.
– Pisar a fondo el pedal del embrague al cambiar de marcha. Normalmente cuando cambiamos de marcha sin pisar bien el embrague, escuchamos un ruido proveniente de la caja de cambios que nos avisa que el disco de embrague no ha dejado suficiente espacio para que entre la nueva marcha. Si no realizamos correctamente los cambios de marcha, presionando el embrague hasta el fondo, podemos dañar la caja de cambios y, por ende, nuestro embrague.
Es recomendable cambiar con suavidad, a las revoluciones correctas y sin que notemos brusquedades o sobrerregímenes en las aceleraciones ni en las reducciones. También ayudará a la longevidad del embrague.
– Cuidado con pisar el embrague en los semáforos. Un error muy típico entre conductores de todas las edades es el de mantener pisado el pedal del embrague mientras esperamos a que el semáforo cambie de rojo a verde. Lo ideal para cuidar el embrague de tu coche es poner punto muerto y esperar pacientemente hasta iniciar la maniobra de salida desde cero.
– Tener mucho cuidado de que no llegue agua a mucha presión hasta el cárter del embrague. Por ejemplo si lavamos el motor o los bajos con una manguera. Cualquier humedad o suciedad que penetre en su interior puede dañar o alterar seriamente el funcionamiento de este mecanismo.
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