Los atascos es una de las situaciones al volante que más nos irritan. En muchas ocasiones su formación es inevitable pero hay una serie de recetas que nos da la propia DGT para intentar sortear la congestión.
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CONTRA LA AFLUENCIA, PLANIFICACIÓN
Tratar de evitar los días y horas de mayor afluencia de vehículos y las carreteras donde se prevén los mayores problemas, planificando nuestro viaje, es una alternativa para evitar las retenciones y, a la vez, evitar que estas se produzcan.
Es importante estudiar el mapa de la DGT, donde se marcan retenciones, obras, medidas, incidencias, etcétera y establezca el mejor itinerario. Vea también la infografía con los días y horas que se prevén más conflictivos y trate de ajustar sus viajes a horas menos complicadas. GPS, webs (por ejemplo, la de la DGT) y apps también pueden ayudar a sortear estas dificultades.
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cuando hay accidente: señalización
En muchas oportunidades, la reducción de carriles se produce por un accidente –en España se produce un golpe de chapa cada dos minutos, más o menos– o avería, que reduce temporalmente el número de carriles utilizables. La señalización del mismo, mediante los triángulos correctamente situados, previniendo a los demás conductores, y la retirada del vehículo al arcén puede no solo reducir la retención, sino evitar peligro y nuevos accidentes. Revisar los elementos básicos del vehículo antes de emprender el viaje puede evitar algunos ‘sustos’.
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contra el vicio de mirar…
En multitud de oportunidades se produce una retención adicional en el sentido en el que se ha producido el accidente e, incluso, en el sentido contrario. Se trata del llamado «efecto mirón», conductores que ralentizan su marcha para ‘enterarse’ de qué ha ocurrido o que, incluso, frenan. Esto, además de provocar mayores retenciones, conlleva el riesgo adicional de provocar nuevos accidentes. Evite mirar, aunque le ‘pique’ la curiosidad. Aquí va un ejemplo claro de cómo afecto el «efecto mirón».
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solidaridad en la reducción de carriles
Cuando acaban los accesos/salidas con mayor número de carriles, cuando se reduce su número por accidentes, averías u obras, se producen retenciones que pueden degenerar en atascos. Últimamente, los expertos abogan por implantar un sistema de paso alternativo obligatorio a quienes circulan en estos casos (salidas saturadas, reducciones de carril por obras, averías…). Unos lo llaman «intercambio por cremallera» y otros «solidaridad altruista», pero consiste en el paso intermitente y alternativo de un vehículo de cada carril.
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no ser agresivos sino eficientes
La conducción agresiva, con frenazos y acelerones, cambios constantes de carril, sin guardar la distancia de seguridad, origina frenazos y, debido al llamado efecto acordeón, caídas bruscas de la velocidad de circulación, multiplicando frenazos y tiempos de recorrido. La conducción a una velocidad constante, previendo frenazos, no solo le permitirá ahorrar gasolina y evitar emisiones contaminantes, sino que hay estudios que aseguran que circulando todos a una velocidad inferior, pero constante y manteniendo la distancia de seguridad, el conjunto avanza más rápidamente.
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confía en furgocar