Uno de los mayores problemas al conducir es la fatiga que podemos sufrir al volante. En este reportaje te damos algunas claves para evitarla o para llevarla lo mejor posible si aparece.
¿Cómo debo preparar un viaje de largo recorrido?
Deja preparado el coche la noche anterior y descansa bien durmiendo toda la noche. Está demostrado que dormir menos de seis horas triplica el riesgo de sufrir accidentes en la carretera. Antes de emprender un viaje largo, procura descansar lo suficiente. La fatiga disminuye el campo de visión, alarga los tiempos de reacción y dificulta la coordinación psicomotriz y la capacidad muscular.
Me gusta salir los viernes para aprovechar el máximo de días…
Evita salir de viaje nada más terminar de trabajar. Incluso si terminas pronto, siempre estarás cansado cuando comiences tu viaje. A la fatiga acumulada por el trabajo se suma la actividad de conducir, que requiere de todos nuestros sentidos. Además, probablemente se nos hará de noche de viaje, aumentando la fatiga visual y la somnolencia.
Y recuerda que al final de los trayectos de largo recorrido aumenta el riesgo, provocado por la fatiga acumulada en el trayecto, el calor, los atascos, las ganas de llegar a nuestro destino final y las posibles retenciones que puedan producirse.
¿Cuáles son las recomendaciones una vez estoy de viaje?
De media, detente cada dos horas o al menor síntoma de cansancio, ya que mantener una atención constante durante un tiempo prolongado produce fatiga. Si conduces de noche o si vas en moto, reduce el tiempo de conducción a una hora y media o 150 kilómetros. A partir de las dos horas conduciendo aumentan los errores, disminuye la atención al volante, se reduce la capacidad de procesar información (como señales de tráfico) y aumenta el tiempo de reacción.
Yo paro cinco minutos a repostar ¿es suficiente?…
Cada parada debe durar al menos entre 15 y 30 minutos; bájate del coche y toma un tentempié. Haz ejercicios de estiramiento de articulaciones (cuello, pies, piernas y brazos) y de espalda. Aprovecha para comer algo ligero y beber un refresco.
¿Por qué es importante hidratarse con bebidas azucaradas?
Hay que beber aunque no se tenga sed, ya que cuando aparece esta señal existe un cierto grado de deshidratación. El aire acondicionado del coche provoca síntomas asociados a la deshidratación del organismo (sed, sensación de sequedad en la garganta, fatiga) que pueden afectar a la conducción. Y nunca bebas alcohol, ya que el consumo de cualquier tipo y cantidad tiene efectos sobre la conducción.
Hay que beber, ¿y comer?
Evita comidas copiosas antes y durante los desplazamientos. Opta por comidas ligeras y frecuentes a lo largo del día, acompañadas de agua, zumos o refrescos. Una fácil digestión ayudará a mantener la atención y a reaccionar con rapidez.
Me gusta conducir de noche, porque hay menos tráfico…
Aunque depende de cada persona, la recomendación general es que no conduzcas toda la noche si puedes evitarlo, ya que tu cuerpo conoce perfectamente cuales deben ser tus horas de descanso. Piensa que si tienes que dormir en el camino, el tiempo y dinero invertidos siempre estarán justificados ante la posibilidad de padecer un accidente por culpa de la fatiga y la falta de visibilidad.
¿Cómo puedo combatir el cansancio?
La única manera es parando a descansar el tiempo suficiente. La música puede ayudar, siempre variada para que no ayude a la monotonía de la conducción.
Y si tomas medicamentos, ten en cuenta que pueden provocar somnolencia, y algunos pueden tener efectos directos sobre la visión o la coordinación. Consulta con tu médico antes de emprender un viaje.
¿Cómo puedo saber si conduzco con fatiga?
A continuación te mostramos los síntomas más frecuentes, que te pueden servir de ayuda para saber cuándo es necesario parar a descansar:
Pérdida de concentración.
Picor de ojos, parpadeo constante, pesadez en los ojos o visión borrosa.
Calambres musculares, dolores de espalda o zumbido de oídos.
Somnolencia, o reacciones lentas o inseguras.
Necesidad de moverse en el asiento.
Sensación de brazos o pies dormidos.
Sequedad en la boca o deshidratación.
Variación involuntaria de la velocidad.
Dificultad para recordar los últimos kilómetros recorridos.
Ante cualquiera de estos síntomas, para, estira las piernas dando un pequeño paseo, y bebe un refresco para ingerir glucosa.
Esto es sólo para los desplazamientos largos…
Si no duermes lo suficiente, o estás muy cansado, el peligro puede aparecer incluso en desplazamientos cortos. No bajes la guardia en los desplazamientos de corto recorrido, ya que el desfallecimiento por cansancio o sueño puede llegar incluso cerca de tu casa.