Los vehículos híbridos y eléctricos están cada vez más presentes en nuestras calles y todos conocemos ya a alguien que ha dejado los clásicos vehículos de motores de combustión por alguna de estas alternativas más ecológicas. En el mercado existen multitud de posibilidades para quienes desean adquirir un coche eléctrico.
Mientras que los coches eléctricos solo se propulsan a través de la electricidad, los vehículos híbridos combinan propulsores tradicionales, de gasolina o diésel, con uno o varios motores eléctricos. Pero ¿qué tipos podemos comprar en la actualidad? Vamos a ver los más frecuentes y extendidos a continuación:
Tipos de coches híbridos
En la actualidad podemos encontrar distintos tipos de coches híbridos. Los coches microhíbridos o híbridos ligeros (MHEV) cuentan con un pequeño sistema eléctrico que sirve de apoyo al motor de combustión cuyas baterías se recargan gracias al propio motor o a través de las frenadas del coche.
Otro tipo de vehículo híbrido es el híbrido autorrecargable o convencional (HEV), que sí están capacitados para funcionar en modo 100 % eléctrico, aunque todavía su autonomía es muy limitada y están recomendados para un uso en entornos urbanos más que para la conducción por carretera.
El tercer tipo de coche híbrido es el híbrido enchufable (PHEV). Estos vehículos se sitúan en un punto medio entre la electrificación total y el motor de combustión y permiten recorrer distancias grandes en modo 100 % eléctrico. Su autonomía suele superar los 100 kilómetros y su recarga se produce a través de un enchufe que se conecta a la red eléctrica.
Tipos de coches eléctricos
Dentro de los considerados como coches eléctricos, también encontramos diferentes tipologías en el mercado. Los coches eléctricos puros o BEV son los reyes de esta categoría. Son coches que se mueven siempre en modo 100 % eléctrico y no incluyen motor de combustión. Su autonomía puede superar los 700 kilómetros en los modelos más modernos e incorporan un buen número de baterías para ello.
Los coches de hidrógeno o con pila de hidrógeno, FCEV, son otra modalidad de vehículo eléctrico. Se propulsan con este tipo de combustible e incluyen una pila de hidrógeno que propulsa los motores eléctricos mediante una reacción química. Su autonomía supera los 600 kilómetros, aunque la presencia de hidrogeneradoras en España es muy limitada.
Por último, podemos encontrar los coches eléctricos de autonomía extendida (EREV), que incluyen distintos motores eléctricos y un único motor de combustión que no se utiliza para mover las ruedas del coche, sino para hacer las veces de generador y así recargar las baterías eléctricas que utilizan estos coches para funcionar. Además, también se pueden enchufar a la red eléctrica como los coches eléctricos convencionales. Son más frecuentes que los FCEV, pero menos que los BEV.
Todos los tipos de coches híbridos y eléctricos que hemos introducido en este post cuentan con la etiqueta “CERO” de la Dirección General de Tráfico. Esto hace que tengan condiciones fiscales ventajosas o que tengan permitido el acceso a zonas céntricas de las ciudades en las que no pueden entrar vehículos de combustión tradicionales.
Como se puede apreciar existen en el mercado multitud de variantes de vehículos híbridos y eléctricos. Este tipo de coches está desplazando a los coches tradicionales de combustión y se espera que en los próximos años ocupen buena parte del mercado automovilístico.
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