Según la revista Autopista estos son los errores más frecuentes en los que caemos provocando un accidente:
1. Hablar por el móvil
Usar alguno de los sistemas homologados que permiten mantener las dos manos en el volante, e incluso párate a un lado de la carretera si la llamada pudiera extenderse.
2. Tomar alcohol o drogas
Evita el consumo de alcohol y drogas si vas a conducir o deja que sea otro que esté en plenas facultades el que coja el coche. Es mejor llegar más tarde que poner en peligro tu vida y la de los demás usuarios de la vía.
3. Velocidad inadecuada
No respetar la velocidad puede costarte caro, ya que estudios oficiales demuestran que el riesgo de morir o sufrir lesiones graves en un accidente, aumentan cuanta mayor sea la velocidad a la que circulas.
4.Uso incorrecto del carril izquierdo
Muchos conductores se olvidan de la finalidad del carril izquierdo, que no es otra que la de poder adelantar a los vehículos que vayan más lentos que tú. Utilizarlo correctamente facilita la fluidez de la circulación y evita accidentes y golpes innecesarios, ya que si te mantienes en este carril, el resto de conductores que vayan más rápidos tendrán que frenar, y muchos de ellos realizaran maniobras incorrectas –como no respetar la distancia de seguridad o adelantar por la derecha- si ven que no te apartas rápidamente para dejarles pasar.
5. No usar el cinturón de seguridad
Según la Dirección General de Tráfico, el 22 por ciento de los fallecidos en accidentes en carretera no llevaba el cinturón de seguridad puesto. Los datos representan un 50 por ciento menos con respecto al año 2.000, pero sigue siendo necesario que todo el mundo se conciencie y así evitar tragedias innecesarias, ya que una persona que use este sistema de seguridad pasiva tiene cinco veces más posibilidades de sobrevivir a un accidente de tráfico que otra que no lo use.
6. Distraerse con los niños
Es totalmente entendible que el conductor se ponga nervioso si oye a su hijo llorar, pero lo seguro es parar para ver lo que le pasa o esperar cinco minutos hasta llegar a nuestro destino con seguridad. No sólo está en riesgo tu integridad, sino que un golpe con un menor en el vehículo puede causarle graves lesiones.
7. Conducir con sueño
Es recomendable evitar esas horas que ‘alimentan’ nuestro sueño, pero si no te queda más remedio que viajar en estos períodos intenta seguir estas recomendaciones: echa una siesta antes de un largo viaje, toma alguna bebida con cafeína, descansa cada dos horas aproximadamente, mantén el habitáculo con la temperatura óptima –el calor puede incitar al sueño-, haz comidas ligeras y bebe mucho líquido (sin alcohol, por supuesto).
8. No usar los intermitentes
No se trata de señalizar por educación, sino que evitar un accidente puede ser algo tan simple como indicar que vamos a incorporarnos al carril izquierdo al resto de usuarios de la vía, que comprenderán y estarán avisados de nuestra intención.
9. No mirar por los retrovisores
No están ahí puestos por si quieres mirarlos, sino porque es obligatorio su uso antes de realizar cualquier maniobra que implique un desplazamiento lateral, y conviene mirar con frecuencia para comprobar el estado de la circulación que llevamos detrás –distancia del coche que nos sigue o automóviles circulando rápido por la izquierda alos que pudiéramos estorbar si adelantamos en ese momento-.
10. No hacerle revisiones periódicas al vehículo
El coche necesita que, periódicamente, se le haga una puesta a punto. Algunos de sus elementos pueden deteriorarse con el paso de los años y poner en riesgo tu vida en cualquier situación límite –o no- que pueda darse durante la conducción. Aunque pasar la ITV (Inspección Técnica de Vehículos) es obligatorio, no debes ceñirte sólo a eso, sino que deberás ser precavido y hacer las revisiones que recomienda el fabricante, además de cualquier otra en el caso de que notes alguna anomalía en tu coche o lleves un tiempo excesivo sin llevarlo al taller. Los neumáticos suelen ser una de las partes que más se deja de lado. Se debe comprobar su presión al menos una vez al mes, ya que una presión inferior a la recomendada los desgastará más rápido y provocará un mayor consumo de combustible. Su dibujo también es clave, ya que está prohibido circular con una profundidad menor a 1,6 mm.