Realmente no se trata de un radar al uso. Más bien, lo que se mide es el tiempo de paso, y de manera indirecta se mide la velocidad media de ese vehículo en un determinado tramo.
Y decimos que los radares de tramo no son radares porque en realidad no emiten señal alguna hacia los vehículos que circulan. Ni tampoco ninguna señal de radio o señal láser.
Entonces, ¿cómo funciona un radar de tramo?.
Primero se elige un determinado tramo. En la entrada a ese tramo se coloca una o varias cámaras, normalmente infrarrojas para poder funcionar también de noche, con sistema de reconocimiento de caracteres (OCR) que lo que hace es un infalible reconocimiento de las matrículas de los vehículos.
Cuando un vehículo pasa por el primer punto, se toma una imagen y se registra la hora exacta de la entrada. Al final del tramo hay otro punto con otra cámara que vuelve a tomar una imagen, para identificar el mismo número de matrícula, y se registra la hora exacta de salida.
Todo se realiza a través de un sencillo e inmediato cálculo matemático. Si entre el punto A y el punto B de medición hay una distancia «?» y la velocidad máxima permitida en ese tramo es de «?», nuestro tiempo para recorrer ese trayecto ha de ser, como mínimo, «?». Si el sistema detecta que tu tiempo de paso es inferior al que debería ser por la velocidad permitida que existe en ese tramo, llegará las fotografías de turno y la multa pertinente.
Por otra parte, y una vez que ya sabes cómo funcionan los radares fijos, si quieres dónde están ubicados y cómo localizarlos, no te pierdas nuestro artículo sobre dónde están los colocados los radares fijos, móviles y de tramo por carretera.
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