El factor conductor, es el más importante de los tres pilares sobre los que se asienta la seguridad vial (conductor, carretera, coche) y el más decisivo. En este artículo te enseñamos las técnicas para evitar el derrapaje y saber controlar el coche.
Como conductor, la atención a la carretera, a los otros usuarios, y el conocimiento de las técnicas de conducción son claves para reducir drásticamente los accidentes de circulación.
Por ello, conviene conocer las situaciones de riesgo habituales y la mejor forma de prevenirlas y combatirlas. Simplemente, con una buena maniobra a tiempo, seremos capaces de evitar un accidente en muchos casos. Y no es necesario ser piloto para conocerlas.
Los cinco sentidos puestos en la carretera
En el coche -y sobre todo para conductores habituales-, se dan situaciones peligrosas que pueden comprometer muy gravemente la seguridad, tanto nuestra como la del resto de conductores que circulan por la vía.
En este artículo, trataremos dos situaciones de las más típicas de las que nos podemos encontrar: el derrapaje de las ruedas delanteras o “subviraje”, o todo lo contrario: el “sobreviraje”.
Aprende a controlar el Subviraje
En coches que lleven tracción delantera, todas las fuerzas motrices están concentradas en las ruedas delanteras. Por esto, disminuye el potencial de fuerzas laterales que actúan sobre el coche cuando tomamos una curva. Así, que los coches con tracción delantera tienen mayor tendencia al subviraje que otros tipos de tracción.
Pero, ¿qué es el subviraje? Es la reacción del coche que se produce cuando se desplaza hacia el borde exterior de una curva sobre las ruedas delanteras y no responde al volante y derrapa. El conductor puede “notar” el subviraje, cuando la dirección se vuelve blanda e imprecisa al tomar una curva –tanto cerrada como abierta-.
Cuando las ruedas delanteras alcanzan su “punto límite de deslizamiento”, se ha rebasado el máximo de las fuerzas laterales transmisibles: las ruedas delanteras patinan, debido a una mala apreciación de la curva por parte del conductor o por ejemplo, por un cambio del estado de la calzada con exceso de velocidad en curva para sus condiciones.
Para corregirlo, lo mejor que puedes hacer es levantar el pie del acelerador y manejar el volante con la máxima suavidad posible. Así, la velocidad se reduce, la carga lateral se traslada al eje delantero, y la fuerza lateral necesaria puede volver a ser transmitida.
Técnicas para corregir el Sobreviraje
Cuando en coches con tracción trasera disminuyen las fuerzas de guía lateral, la parte posterior tiende a derrapar. Ésto es el sobreviraje. Normalmente, se debe a un exceso de potencia, desplazamientos de la carga, firme deslizante o fuertes cambios de dirección.
El sobreviraje se reconoce fácilmente porque el coche gira más de lo que pretendía el conductor. Para que un conductor pueda corregir un sobreviraje, lo que debe hacer es pisar el pedal del embrague y girar rápidamente el volante en el sentido de la derrapada.
¿Por qué? Muy sencillo. Pisar el embrague, porque elimina las fuerzas de freno motor que debilitan el potencial de soportar fuerza que tienen las ruedas traseras. En cuanto el giro de volante haga efecto, hay que girarlo otra vez a su posición normal para evitar que la parte trasera del coche oscile. Recuerda: es mejor dar golpes cortos de volante a uno muy largo.