El complemento indispensable para aquellos conductores que han de desplazarse frecuentemente en invierno son las cadenas de nieve. Unas cadenas adecuadas pueden marcar la diferencia entre que los agentes de la DGT nos den el alto durante una nevada o nos permitan continuar la marcha.
Vamos qué tipos de cadenas de nieve podemos encontrar en el mercado y algunas indicaciones para decidirnos por unas u otras.
Tipos de cadenas de nieve
Cadenas líquidas
En realidad no deberíamos denominarlas cadenas, ya que se trata de una capa de material adherente que se distribuye sobre la cubierta mediante un ‘spray’. Estos ‘sprays’ no son muy efectivos y se trata de una solución de emergencia de coste muy económico.
Bajo nuestro punto de vista no solucionan gran cosa y ningún conductor debería de fiar su seguridad a las cadenas de nieve líquidas.
Su coste es de entre 5 y 10 euros.
Cadenas textiles
En este caso hablamos de una funda de tela que recubre la cubierta, proporcionando una buena adherencia sobre nieve.
Son económicas y fáciles de montar, pero su durabilidad está limitada a unos pocos usos. Recomendables como medida preventiva eficaz, pero no para aquellos conductores que habitualmente han de desenvolverse sobre hielo y nieve.
Sus precios varían entre los 20 y los 40 euros.
Cadenas de red o compuestas
Parecidas a las anteriores, se sustituye el entramado textil por una red de cables de material plástico ultrarresistente.
Tan eficaces como las textiles, se distinguen por una mayor durabilidad y pueden ser una solución permanente para aquellos conductores que desean la máxima simplicidad de montaje.
De gran suavidad de marcha, podemos encontrarlas por precios que oscilan entre los 50 y los 100 euros.
Cadenas metálicas
Las cadenas metálicas son la versión más clásica y también la más utilizada por los conductores españoles. En realidad, son las únicas que pueden ser consideradas cadenas propiamente dichas.
Sus puntos fuertes son la adherencia, la fiabilidad y la durabilidad, pero son las más complicadas de montar y su nivel de confort deja mucho que desear: son muy ruidosas y generan todo tipo de traqueteos y vibraciones durante la marcha.
Sus precios son de entre 35 y 70 euros.
Cadenas de poliuretano
Son de reciente comercialización: se trata de un juego de cuatro suelas de poliuretano para cada rueda, con dibujos y tacos de acero específicos para nieve.
Fáciles de instalar y eficaces, su coste oscila entre los 40 y los 80 euros.
Cadenas semiautomáticas
Las cadenas semiautomáticas son un dispositivo que va fijado a la llanta en invierno de manera permanente. La cubierta de agarre en nieve se extrae fácilmente del dispositivo cuando se necesita.
Estas cadenas se recomiendan solo para zonas de grandes nevadas permanentes y son las más caras. Si necesitas unas, prepara entre 250 y 500 euros, según la marca y las dimensiones de la rueda.
Tipos de cadenas de nieve
La regla fundamental es utilizarlas en las ruedas motrices. Si el vehículo es de tracción a las cuatro ruedas, obtendremos un plus de tracción si disponemos de cuatro cadenas. En caso de que solo tengamos dos, irán en las ruedas delanteras.
Cada tipo de cadena tiene su propio sistema de enganche y desenganche, por lo que recomendamos leer las instrucciones de uso y realizar unos ensayos previos de montaje y desmontaje en el garaje. De esta manera, si nos vemos obligados a utilizarlas podremos colocarlas y quitarlas con eficiencia y rapidez.
Adicionalmente, para realizar la operación de montaje y desmontaje de nuestras cadenas de nieve en ruta, buscaremos siempre una zona resguardada de la carretera y procuraremos evitar detener el coche en zonas viradas o de excesiva pendiente.
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